miðvikudagur, nóvember 21, 2012

Pàjaro.

no puede ser que  en vez de quedarme mirándote dormir en mi cama, como el pajarito desnudo que eres, tenga que estudiar, estudiar más encima con este calor, con esta sed y estas ganas que tengo de quedarme mirándote. Respiras fuerte y es lo único que escucho por ratos muy largos, por la ventana no entra otro ruido, ninguna canción, ninguna transmisión de carrito de verduras. Miro los calzoncillos, los sostenes, los calcetines tirados en el suelo, junto a esa mochila que pasado mañana te va a llevar lejos de nuevo, de nuevo, de nuevo, repito, repito. Esa constante despedida de terminal, de un abrazo que comienza al despertar y dura hasta que el chofer del bus enciende el motor, un abrazo largo largo como una pena larga larga como las distancias. Creo que te he dicho todo lo que sé cómo se pronuncia y lo he escrito ya varias veces, pero esto.. esta cosa como nudo de árbol que me da vueltas por la guata y se pasea por mi sangre, no sé decirla. Pero es súper buena.